De acuerdo con una publicación reciente del sitio Pymes y Autónomos, uno de los mayores inconvenientes que tienen los empleados para ser más productivos son las herramientas de trabajo que los limitan. No ocurre con todos, pero en ciertos casos ellos van por delante de sus herramientas. Esto es algo habitual con los equipos de cómputo, sobre todo conforme pasa el tiempo desde que se compraron.

Y no solo se trata de computadoras, sino también elementos de red como switches, puntos de acceso inalámbricos, VPN para trabajar en remoto, pantallas más grandes o software, entre otros. Lo cual se debería incluir como cualquier otra partida en el presupuesto para el correcto funcionamiento de la empresa.

Esto por no hablar de servidores ya sea en local o servicios en la Nube que cada día más estamos acostumbrados a pagar por uso, de manera que mensualmente se paga por la aplicación de facturación o el correo electrónico. Y se paga según la cantidad de usuarios que los utilizan o el espacio que consumimos.

La cuestión es que habilitar un puesto de trabajo supone un costo, algo que muchas empresas no tienen controlado. No se trata de tomar el equipo que lleva un año parado, el más viejo, una pantalla que apenas se ve y utilizarlos para un nuevo empleado. Si queremos que este trabajador rinda y sea productivo, necesitará herramientas eficientes.

Y según va pasando el tiempo los equipos se tienen que ir renovando. Y lo tenemos que hacer periódicamente si no queremos ver como todo nuestro parque informático se ha quedado obsoleto. Una computadora puede tener un periodo de amortización en la empresa de cinco años. Lo que dure más allá de este tiempo en buen estado, lo podemos dar por bueno.

Lógicamente no todos los empleados tienen la misma productividad ni van a necesitar la misma potencia de cómputo. En estos casos lo que se suele hacer es equipar con los equipos más rápidos y modernos a los empleados que nos generan mayor valor añadido, mientras que los equipos que retiramos los podemos pasar a otros que no necesitan tanta velocidad.

Y luego están los programas que tenemos instalados, que se compraron hace años y queremos que sigan siendo igual de eficaces.

Es un problema no solo de productividad, sino también de seguridad, ya que en la mayoría de los casos no tienen soporte y hoy en día son un riesgo para la seguridad de la empresa y los datos que manejan. Y no los cambian porque no puedan, sino porque en muchos casos no quieren invertir en renovarlo.

Por todo esto es necesario contemplar una partida en el presupuesto anual destinada a la informática de la empresa. Porque de otra manera no encontramos el momento de renovar los equipos y si no elegimos nosotros, luego fallarán en el peor momento, generalmente cuando tenemos más trabajo.

No dejan de ser una herramienta más de la empresa, pero no se por qué en muchas organizaciones se resisten a mimar este apartado. Cambian y renuevan antes los teléfonos móviles que los portátiles o equipos de sobremesa.

Y luego vienen las sorpresas, nos toca correr, recuperar datos si se ha dañado un equipo, tirar del comodín de la copia de seguridad, si es que tenemos y en definitiva, perder el control y los tiempos en los que queremos ejecutar determinadas tareas.

https://www.pymesyautonomos.com/tecnologia/que-tu-empresa-deberia-tener-partida-presupuesto-anual-para-informatica-gastarlo-siempre