El hackeo de 6 terabytes de información clasificada, incluidos miles de correos electrónicos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ha dejado en evidencia la gran vulnerabilidad del gobierno de México y el país en general en temas de ciberseguridad derivada de una insuficiente inversión y planeación, advirtieron expertos.

Este viernes, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, confirmó una filtración masiva de documentos reservados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que, entre otras cosas, sacó a la luz partes médicos que dan detalles no revelados de los padecimientos coronarios del mandatario.

De acuerdo con páginas web especializadas, la vulnerabilidad aprovechada por los hackers, conocidos como “Guacamaya”, fue una evolución de “ProxyShell”, una flaqueza del servidor Microsoft Exchange detectada en el primer semestre del año pasado que, sin embargo, el gobierno mexicano no pudo corregir por falta de recursos.

Muchos de los parches para la protección de esta vulnerabilidad fueron publicados meses después, pero esto obligaba a realizar actualizaciones pertinentes. Cuando no se cuentan con los mecanismos de automatización necesarios ni con el personal, se vuelve todavía más complejo.

Para Adolfo Grego, especialista en investigación forense, los atacandes habrían necesitado hasta tres días para copiar la información de la Sedena, lo que supone una inacción de las autoridades.“Es un incidente muy grande. Seis terabytes de información representa un acervo enorme, sobre todo tratándose de correos electrónicos. Es, sin duda, un golpe catastrófico”, opinó.

Hackeo a la Sedena, uno de más ciberataques al gobierno

La Sedena no es la primera institución gubernamental que sufre un ciberataque que se hace público. En 2019, 180,000 archivos de la petrolera estatal Pemex fueron secuestrados en el peor ciberataque de su historia. Los delincuentes solicitaron 4.9 millones de dólares, pero las autoridades dijeron que no pagarían ni negociarían con ellos.

El año pasado, la Lotería Nacional y la Plataforma Nacional de Transparencia también fueron objetos de ciberataques.

El método utilizado fue el ramsonware, un software con el que los cibercriminales secuestran datos a través de un cifrado de archivos que se libera pagando un rescate y que se ha convertido en uno de los ataques cibernéticos más usados en México.

El año pasado, según un estudio de Sophos, una empresa británica de software y hardware de seguridad, de 200 organizaciones en México, 74% fue víctima de ransomware, pagando un promedio de casi 500,000 dólares. Solo en 2021, este tipo de ataque creció 600% en México.

Los expertos consultados por Reuters aseguraron que, lejos de que vayan a desaparecer estos ciberataques, están en aumento y tanto las dependencias gubernamentales como las empresas privadas lucen vulnerables.

“Existe un deterioro de las posturas defensivas en seguridad de información. Un factor importante es la austeridad presupuestal”, sostuvo Grego. “México tiene a especialistas en ciberseguridad y forensia digital de clase mundial (pero) la actual administración no necesariamente los está tomando en cuenta”, agregó.

Fuente https://www.forbes.com.mx/hackeo-masivo-a-sedena-evidencia-vulnerabilidad-de-ciberseguridad-asi-fue-el-ataque/