En los últimos años han sido muchas las empresas que se han enfrentado a un cifrado de datos vitales por parte de un ransomware, y con el que las compañías afrontan dos opciones críticas, pagar una elevada suma por el rescate de sus archivos sin ninguna garantía o perderlos de forma irremediable.

Los ataques de ransomware saltaron al conocimiento del público con el secuestro masivo de datos de empresas importantes en 2017, cuando una variante de este malware conocida como WannaCry puso en jaque a compañías como Telefónica. Sin embargo, el día a día de este tipo de ciberdelincuencia discurre a una escala mucho menor, entre las PyME y emprendedores, donde la ciberseguridad y la repercusión son menores y las posibilidades de extorsión, por lo tanto, mayores.

Una vez que se ha producido la infección del sistema se pueden dar dos casos, que la empresa tenga una copia de seguridad actualizada y pueda recuperar sus archivos comprometidos o, por el contrario, que el cifrado haya secuestrado datos claves de los que no se tienen copias.

Este último es “el escenario más apocalíptico que se puede dar” según Marco Antonio Lozano, responsable de Servicios de Ciberseguridad de Empresas y Profesionales en el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), puesto que es muy difícil descifrar este tipo de malware y muy pocas compañías a nivel mundial ofrecen garantías para recuperar los archivos.

De esta forma, el usuario se puede encontrar ante la desesperante circunstancia de ver archivos de importancia capital para el funcionamiento de su empresa comprometidos, sin soluciones posibles por parte de los técnicos de ciberseguridad y el pago como única alternativa al hundimiento de la compañía. ¿Qué debería hacer?

“En ningún caso recomendamos pagar”, subraya Lozano, “pagar no garantiza obtener una solución al problema. Además, así se demuestra a los cibercriminales que este tipo de extorsiones funcionan”, explican desde el proyecto internacional anti-ransomware.

En este sentido, los expertos hacen hincapié en que el usuario no puede saber si el malware que ha infectado su sistema tiene la funcionalidad de descifrado o no. Es decir, que hay programas malignos que sólo pueden bloquear los datos, pero no liberarlos, por lo que el pago no resolverá nada.

Asimismo, Lozano señala que, aun consiguiendo que los ciberdelincuentes desbloqueen los archivos mediante el pago, nada garantiza que el malware no siga en el sistema y a los pocos meses vuelva a pedir otro rescate. “Puede haber rebrotes. Al final, si pagas, te vas a quedar con un sistema que no sabes si está comprometido o no. No sabes si los archivos siguen infectados”, subraya.

A pesar de todos estos esfuerzos, la complejidad para resolver este tipo de ataques a posteriori es tan elevada que en muchas ocasiones no se pueden recuperar los archivos encriptados. Por ello, todas las fuentes consultadas coinciden en que la mejor forma de defenderse contra este tipo de malware es la prevención, con soluciones de ciberseguridad para empresas, auditorías continuas de vulnerabilidades, formación de los usuarios en buenas prácticas y la realización de copias de seguridad de toda la información crítica de la empresa.

Este artículo fue originalmente publicado en el sitio web Xataka, para consultar el artículo completo ingresar a https://www.xataka.com/seguridad/cuando-empresa-sufre-ataque-ransomware-me-llaman-para-solucionarlo-dificil-lucha-malware-momento