Después de las múltiples filtraciones de datos en algunas de las grandes organizaciones a nivel global (Facebook con Cambridge Analytica, Equifax, Deloitte, Yahoo), los usuarios debemos ser cautelosos con la información que compartimos en línea, incluyendo las aplicaciones y los servicios gratuitos.

Es tiempo de dejar de usar la tecnología como si se estuviera de compras en el supermercado, en una tienda de este tipo podemos suponer las etiquetas en los alimentos son precisas y los productos son seguros para ingerir, porque la industria alimentaria tiene muchas regulaciones. En el caso del manejo de la información digital, no necesariamente.

A continuación, algunos ejemplos de ello, incluidos en una publicación reciente en The New York Times:

Correo electrónico ‘gratuito’

El año pasado se revleó que Uber compró información sobre su principal competidor en el sector del transporte privado, Lyft, a través de Unroll.me, un servicio de correo gratuito que ofrecía a las personas cancelar sus suscripciones a correos publicictarios.

El servicio de correo ‘gratuito’ escaneó los buzones de entrada de los usuarios para buscar la información de los recibos de Lyft y venderla a Uber. A muchos clientes les pareció engañoso que una empresa que prometía  eliminar el correo no deseado de los anunciantes hiciera dinero vendiéndoles información de sus usuarios.

En este caso, su política de privacidada indicaba lo siguiente:  “Podríamos recolectar, utilizar, transferir, vender y revelar información no personal para cualquier propósito” y que los datos podían usarse “para construir productos y servicios anónimos de investigación de mercado”. Sin embargo, en respuesta a las críticas, Unroll.me prometió ser más transparente con respecto al su uso de datos. La aplicación sigue operando.

La recomendación es hacer el mejor esfuerzo por investigar el modelo de negocio de la empresa en cuestión. Cuando un producto o servicio es gratuito, siempre debe suponer que la información se usa para obtener ganancias.

Mensajería y espionaje

El año pasado, una aplicación llamada Soniac estaba disponible para los celulares Android en la tienda de aplicaciones Google Play. Soniac se anunció como una aplicación de mensajería y, en efecto, incluía funciones para enviar mensajes de texto. Las características menos evidentes: la aplicación también podía grabar audio sin revelarlo, tomar fotos con la cámara, hacer llamadas y descargar registros de llamadas, entre otras funciones.

Una firma de seguridad que da seguimiento al software nocivo en los dispositivos Android, alertó a Google acerca de las habilidades ocultas de Soniac y rápidamente eliminaron la aplicación de la tienda de aplicaciones. Sin embargo, los investigadores identificaron  más de mil aplicaciones de programas informáticos espías con muchas de las mismas características que tenía Soniac.

La recomendación, al instalar una aplicación, se deben revisar los datos a los que ésta tendrá acceso. Las aplicaciones de los smartphones solicitan permiso para tener acceso a ciertos datos y sensores. Si una aplicación solicita acceso a datos que no están relacionados con el producto, no debería instalarse. Se puede esperar que una aplicación de mapas pida datos de ubicación, por ejemplo, pero no debería tener acceso a la cámara o fotos.

Datos sobre menores de edad

Algunos productos de Internet han recolectado datos específicamente de niños. EchoMetrix fue un ejemplo tristemente célebre en 2009, la empresa emitió un comunicado de prensa en el que presumia haber predicho el ganador de la competición American Idol de ese año. La empresa había ofrecido en 2004 una aplicación de control parental llamada FamilySafe para que los padres monitorearan las actividades en línea de sus hijos. Cinco años después, se convirtió en EchoMetrix y lanzó Pulse, una herramienta para proporcionar a los anunciantes infromación acerca de los menores, la cual se obtenía a partir de millones de transcripciones de las conversaciones y publicaciones de blog de los adolescentes, entre otras fuentes.

 La recomendación es ser prudente al elegir productos de tecnología, especialmente aquellos orientados a los niños. Common Sense Media, una organización sin fines de lucro que evalúa contenido y productos aptos para toda la familia, es un buen lugar para comenzar una investigación.

Es importante destacar que estos riesgos continuarán creciendo con la expansión de la recolección de datos, por lo que es indispensable ser cautelosos ante el uso de aplicaciones y servicios en línea, principalmente los ‘gratuitos’.

Fuente https://www.nytimes.com/es/2018/04/09/tecnologia-informacion-datos/