El año pasado el equipo de FortiGuard Labs hizo una serie de predicciones sobre las ciberamenazas en 2016. Ahora, a través del portal oficial de Fortinet, hacen una revisión de algunas de esas predicciones:

Predicción #1: El aumento de los ataques máquina a máquina (M2M)

El crecimiento exponencial de dispositivos no administrados del Internet de las Cosas (IoT), los volverá muy tentadores para los hackers que buscan asegurar un puerto de entrada en los dispositivos.

En efecto, hasta ahora hemos visto una serie de ataques y tendencias que indican que los ataques M2M están en aumento. Gartner ha estimado que 6.4 millones de nuevos dispositivos serán añadidos a Internet en 2016. Muchos de ellos, como termostatos, sistemas de seguridad, automóviles inteligentes o los monitores de bebés, se pueden conectar a otros dispositivos, tabletas y teléfonos inteligentes, para su consulta.

A menudo, entrar en estos dispositivos no es tan difícil, debido a que los nombres de usuario y contraseña que se siguen utilizando son los de la configuración predeterminada, fácilmente detectables.

Dado el carácter generalizado de las vulnerabilidades del IoT, este tipo de ataques podrán ir más allá del crimen informático logrando la penetración de infraestructura crítica (agua, transporte, energía, etc.) convirtiéndose incluso en terrorismo o guerra cibernética.

Predicción #2: Gusanos acéfalos tienen como objetivo dispositivos acéfalos

Relacionado con el aumento de los ataques M2M, los dispositivos acéfalos impulsados por el IoT también se convertirán en el foco de gusanos y virus diseñados para buscar objetivos de manera independiente y propagarse a otros automáticamente.

El control de un gran número de dispositivos tontos es la fantasía de cualquier hacker de botnets. En junio pasado se descubrió un botnet que era impulsado por más de 25,000 dispositivos de circuito cerrado. Estos dispositivos del IoT eran utilizados para lanzar ataques distribuidos de denegación de servicio contra sitios web (DDoS). Los ataques fueron posibles gracias a la explotación de una falla en un código de ejecución remota, usando un gusano acéfalo que afectó las cámaras de vigilancia vendidas por más de 70 proveedores diferentes.

En este ejemplo se va directo al corazón del problema de seguridad de los dispositivos del IoT. El software de comunicaciones y protocolos que utilizan estos dispositivos no fueron construidos pensando en la seguridad. Peor aún, a menudo este código se comparte ampliamente entre los vendedores como una solución de cortar y pegar, y debido a que estos dispositivos son acéfalos, no hay manera de mantener un sistema de actualizaciones para protegerlos.

Predicción #3: El Ghostware oculta la evidencia

A medida que los cibercriminales se convierten en el foco de investigaciones en el sistema de justicia criminal, los hackers desarrollan una nueva variante de malware diseñado para cumplir su misión y luego borrar todas la evidencia antes de que las medidas de seguridad detecten aque un ataque se ha llevado a cabo.

Este tipo de ataques sobrepasan las técnicas y herramientas de prevención. La detección en tiempo real es esencial, que requiere un enfoque de arquitectura de seguridad integrada como el Security Fabric de Fortinet, el cual permite que los dispositivos compartan información en tiempo real sobre el ataque, correlacionen y generen inteligencia de amenazas accionable, así como coordinar una respuesta para aislar el malware, con la finalidad de poder identificar todas las instancias del ataque desplegado en cualquier lugar de la red.

Se espera ver más ataques basados en Ghostware que han sido rediseñados para explotar el incremento en la brecha de habilidades de seguridad y los dispositivos aislados con seguridad heredada.

Predicción #4: El malware de dos caras

El malware ha estado cambiando constantemente sus características para evitar ser detectado por medidas de seguridad como los sandbox. Conforme se vuelve más resistentes a estas contramedidas, se anticipa el desarrollo del malware de dos caras, diseñado para ejecutar tareas inofensivas con la finalidad de evitar su detección y realizar un proceso malicioso una vez que ha pasado por los protocolos de seguridad.

Aunque aún no se ha visto un malware de dos caras por completo, existe un malware diseñado para buscar y evadir las tecnologías sandbox. En las últimas semanas, han suirgido nuevas variantes del ransomware Locky, el cual emplea una nueva técnica anti-sanbox. En estas nuevas variantes, el código del malware es encriptado para evadir la detección, por lo que el código de carga de Locky usa un parámetro provisto por su descargador de JavaScript para decodificar su carga dañina y poder así ejecutarla.

De manera similar, se han visto incidentes de malware encriptado en aplicaciones para smartphones que lograron eludir los procedimientos de investigación que ejecutan los proveedores a las aplicaciones. De hecho, se observa un incremento de más del 700% en aplicaciones infectadas en dispositivos móviles.

En los próximos meses, se verá un incremento en el desarrollo de software para ataques basados en evasión, lo que eventualmente llevará al desarrollo de malware de dos caras real.