La velocidad a la que se recopila, procesa y analiza la información importante para los negocios es actualmente más rápida que nunca. Con la introducción de sensores y el Internet de las cosas (IoT), la información se recopila desde prácticamente cualquier lugar.

En el comercio minorista, las empresas como Zara y H&M procesan datos de clientes con tecnologías de analítica que brindan información para competir en el mercado. En el sector de las aseguradoras y automoción, la nueva tecnología de telemetría permite a los administradores evaluar el comportamiento de un conductor de manera más específica que nunca y aplicar esta información al precio y el diseño automático de políticas. Los altavoces Sonos y las raquetas de tenis Babolat ahora aprovechan el software para mejorar las experiencias y brindar nuevos servicios a los clientes.

Sin embargo, muchas empresas no están preparadas para manejar estos cambios y aprovechar sus beneficios. Las empresas que no pueden mantenerse al ritmo del cambio son más vulnerables que nunca. Se encuentran en prácticamente la misma situación que las editoriales de mapas y atlas cuando los fabricantes de teléfonos inteligentes comenzaron a incluir la aplicación de GPS.

Recientemente, EMC encargó al Institute for the Future y a la organización Vanson Bourne la realización de una encuesta a 3,600 líderes de negocios de 18 países en 9 industrias diferentes:

El 96% mencionó los dispositivos móviles, el cómputo en la Nube, Big Data y las Redes Sociales impactaron la forma de hacer negocios en los últimos 5-10 años.

El 93% percibió que las expectativas de los clientes cambiaron a raíz de esa tecnología.

El 90% mencionó Big Data, Automatización, Ciberseguridad, Cómputo en la Nube y el Internet de las cosas (IoT) como los factores que nuevamente cambiarán su forma de operar en los negocios en el futuro.

Los atributos estratégicos más importantes para estos líderes fueron la capacidad de detectar nuevas oportunidades de manera predictiva y la capacidad de innovar de manera ágil. La encuesta también preguntó a los líderes cuán preparadas creen que están sus organizaciones en cada una de estas dos dimensiones. Si bien el 62 % de los encuestados identificó la detección de oportunidades de manera predictiva como el aspecto más importante para sus empresas, sólo el 12 % consideró que sus empresas contaban con esta capacidad. Y únicamente el 9 % creyó que sus organizaciones eran capaces de innovar extremadamente bien y de manera ágil.

Las empresas que no pueden lidiar con estos nuevos retos sufren el riesgo de desaparecer. Es necesario considerar que casi el 90 % de las empresas que aparecían en la lista Fortune 500 en 1955 (primera lista publicada) desaparecieron en algún punto de los últimos 60 años. El ritmo del cambio que esperamos ver en todos los sectores en los próximos diez años será mucho más significativo de que lo que hemos observado durante el último medio siglo.

Aunque las nuevas tecnologías impulsan el ritmo del cambio, por sí solas no garantizan la sobrevivencia de ningún modelo de negocio. Por ejemplo, Big Data y el análisis de datos pueden ayudar a consolidar nuevas oportunidades de manera predictiva, y el cómputo en la Nube puede ayudar a las organizaciones a conectarse con más gente para operar de manera más ágil y eficiente. Sin embargo, una empresa debe contar con un plan para aprovechar estas nuevas tecnologías como parte de una nueva estrategia de negocios digital.